"Los océanos del mundo corren el riesgo de entrar en una fase de extinción de especies marinas sin precedentes en la historia de la humanidad, solo comparable a la hecatombe que hace 55 millones de años provocó la desaparición del 50% de los peces de aguas profundas". Esto, nada menos, es lo que dicen un importante grupo de expertos marinos, que acaba de lanzar el enésimo SOS sobre la situación de los océanos.
Este encuentro científico, celebrado recientemente en la Universidad de Oxford, se enmarca dentro del Programa Internacional sobre el Estado de los Oceános (IPSO), y las principales conclusiones han sido las siguientes:
- La combinación de múltiples impactos en el océano está creando condiciones similares a las grandes extinciones masivas que ha habido en la Tierra hace millones de años
- La velocidad y el ritmo de degradación de los océanos es mucho más rápido de lo que se había pronosticado
- Muchos de los impactos negativos identificados con anterioridad, son peores que las peores de las predicciones previas.
- Aunque es difícil de evaluar, debido a la velocidad sin precedentes de estos cambios, los primeros pasos para la extinción de importancia mundial, han podido comenzar con la desaparición de especies ligadas a los arrecifes de coral
No se ha conseguido algo tan elemental como que el respeto mayoritario, por lo menos, de los grandes depredadores del mar, algo que se consiguió hace ya bastante tiempo en tierra. Ni tan siquiera, de los grandes mamíferos marinos, que tanta simpatía suelen causar. Y lo más triste es que son algunos de los países más ricos del planeta los que encabezan la inmoral captura de estos magníficos animales:
- Japón, Noruega e Islandia son los tres únicos países que continúan cazando ballenas;
- Japón también se luce con matanzas de delfines, famosas por el oscarizado documental The Cove;
- En las Islas Feroe (Dinamarca) está la horrible matanza de calderones;
- Finalmente, Canadá y Groenlandia (Dinamarca) apuestan por la crueldad máxima, la matanza de crías de focas.
Estos cinco países se encuentran entre los más avanzados del mundo. Todos están dentro de los 20 primeros puestos del Índice de Desarrollo Humano de la Naciones Unidas, con un desarrollo calificado como "muy alto" y en el siguiente orden: Noruega (1), Canadá (8), Japón (11), Islandia (17) y Dinamarca (19).
La cuestión es muy simple: si países extremadamente ricos y supuestamente cultos se permiten el lujo de no abolir semajante barbaridades, ¿con qué criterio, desde el primer mundo, podemos intentar convencer a países como China para que no exterminen a los tiburones?
China está en pleno proceso desaforado de crecimiento, una prioridad nacional que pasa por encima de lo que haga falta. Valga el ejemplo de la presa de las Tres Gargantas y los graves problemas que ha conllevado, que hasta al ermético Gobierno chino ha tenido que reconocer.
Con estos dos precedentes (el inmoral trato hacia la macrofauna marina por alguno de los países más ricos, y el escaso o nulo respeto de China por la naturaleza), ¿qué se puede hacer para luchar contra otra práctica aberrante -el finning o aleteo- que está acabando con muchas especies de tiburones para hacer sopas?
No queda otra opción que organizar presión ciudadana de la mejor forma posible, partiendo de la base de que los tiburones nunca van a tener ni la centésima parte de simpatía que hay por los mamíferos marinos, cuyas matanzas continúan.
No obstante, para aquellas personas con sensibilidad, valga este maravilloso vídeo (en inglés) demostración de las crecientes campañas en defensa de estos hermosos animales. Además, el compromiso de EcoOceános de sacar próximamente una campaña en defensa de los tiburones en esta parte del Atlántico cercana a Canarias:
No hay comentarios:
Publicar un comentario